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los mejores Horarios Misas En Gévora

A la vez, se llega a una mayor elaboración del lenguaje y a saber en la Poesía por medio de la misma Poesía (metapoesía). El interés de los versistas de esta generación por profundizar en la realidad y en sí mismos llevó a denominar “poesía del conocimiento” a la lírica de esta temporada. No obstante, en frente de la continuidad y proyección de la obra poética del “triángulo”, otros como Terrón Albarrán, Fernando Bravo o Carlos Callejo desaparecieron del panorama lírico extremeño sin dejar rastro. Idéntica suerte corrieron versistas más jóvenes nacidos en los años 20 y 30, que abandonaron la actividad literaria por carecer de apoyo institucional y la necesidad de sobrevivir con su trabajo períodico. Ángelus apareció en el mes de febrero de 1953 en Zafra y desapareció en septiembre de 1960 después de modificar 13 números.

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Pedro Romero Mendoza fue un escritor que, a lo largo de más de 20 años, dirigió la gaceta cacereña Alcántara. Edita en Gévora romances como el que se titula «Romance del amor imposible» y sonetos como, por poner un ejemplo, «El concierto». Eva Cervantes, poeta sevillana, dirigió y celebró en su casa la tertulia Asambleas Literarias del Paraíso, a la que fueron Vicente Sánchez-Arjona, Amantina Cobos y María Muntanar. Según Enrique Segura, cultivó la «poesía cargada de sales humorísticas y de esa felicidad andaluza que en el momento en que es natural supera todas las esencias del espíritu». Cooperó mucho en Gévora con poemas normalmente de contenido religioso, que acostumbraba a dedicar a la Semana Santa sevillana de la que era una apasionada. Sus poemas adoptan formas variadas como las liras «La escala de Fontiveros», el soneto «La Virgen de los Reyes» y las décimas «A Jesús de Pasión».

Este libro asimismo fue publicado en la gaceta venezolana Lírica hispana el mismo año. Otros poemas de Monterrey, que tienen exactamente el mismo tono emocional, se titulan “El solitario”, “Soledad del poeta” y “Soliloquio” y fueron editados en los números 46, 51 y 56/57, partido popular. 1, 9 y 14 respectivamente. Dos libros de Medallones fueron editados en la Imprenta Arqueros de Badajoz en 1945 (1ª edición, que lleva una presentación de Enrique Segura y “cuadros” de Francisco Vaca) y 1949 (2ª edición, que es presentada por un prólogo de Francisco Vaca), otros se han publicado en revistas de la temporada como Alcántara, Alor y Gévora y ciertos han quedado nuevos. Esta una parte de Rosas de amor y de pasión fue editada independientemente en una edición de mucho lujo por la misma empresa editora y en el mismo año. En la última etapa de su historia fue consolado por las atenciones de Marifé Baigorri, una mujer que lo supo entender, apreció su persona y su obra sobremanera y, hoy día, continúa atenta a que su memoria no caiga en el olvido ayudada por personas que lo apreciaron por su carácter encendido y su pasión por la Poesía y el Arte. Para no sentirse tan solo, pidió a su recién casada sirvienta que se fuera a vivir a su casa y, como el espacio libre para él quedó muy reducido, muchos de sus escritos fueron quemados en la azotea de la vivienda por la criada. Así se han perdido documentos indispensables para conocer con más aspecto no sólo su actividad lírica, sino más bien asimismo el ámbito cultural de Badajoz y de Extremadura a final del siglo XIX y la primera mitad del XX.

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Pero también se volcó en destacarlo, porque su personalidad humana, religiosa y política, cuyos pilares fueron el aprecio por la familia, el amor a Dios y la aversión contra Rusia, encajaba con los valores ideológicos de la temporada en que se editó. No obstante, fue Enrique Segura el más interesado en dedicarle esta detallada atención, a la que no se opusieron los responsables de la revista. Sin embargo, el contenido literario de Gévora, pese a no presentarse ordenado en apartados o partes, se puede organizar en varios bloques cuyo núcleo es el «Contenido frecuente». Esta parte central es común a todos y cada uno de los números y está formada por una amalgama de colaboraciones por norma general poéticas de autores extremeños, nacionales, portugueses y también hispanoamericanos, que forman la médula del contenido ordinario de la gaceta pacense.

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Monterrey llevó el Modernismo a Badajoz y entusiasmó a los jóvenes extremeños de principios de siglo descubriéndoles Azul de Rubén Darío. Luego, a lo largo del otoño de 1904, Francisco Villaespesa radicó una temporada en la ciudad más importante pacense e intimó con Monterrey y sus jóvenes amigos que, atrapados en un comienzo por el Romanticismo, terminaron seducidos por último por el Modernismo. En el mes de junio de 1953 se cumplía el segundo año de la muerte del pintor Adelardo Covarsí y su recuerdo se sostuvo vivo con un programa en la emisora de Radio Extremadura, en el que intervinieron múltiples poetas que recitaron poemas en homenaje al enorme pintor extremeño. El único acto que se logró efectuar fue un recital en Radio Extremadura al cargo de múltiples poetas. La relación entre estos focos se produce, eminentemente, a través de las Asambleas de Estudios Extremeños y otras actividades conjuntas como ciclos de conferencias, Fiestas de la Poesía y edición de gacetas y páginas poéticas en el jornal El día de hoy. Este períodico asimismo dio a saber un gran número de narradores extremeños, a través de la publicación de numerosos cuentos de Juan José Poblador, Arsenio Muñoz de la Peña, Jesús Angosto Valhondo, Fernando Villalba Diéguez, Juan Pedro Vera Camacho, Fernando Pérez Marqués y Antonio Zoido Díaz y, en 1958, creó un dominical que se interesó por los temas artísticos y literarios de la zona. Por medio de la analítica web se obtiene información relativa al número de individuos que acceden a la web, el número de páginas vistas, la frecuencia y repetición de las visitas, su duración, el navegador empleado, el operador que presta el servicio, el idioma, el terminal que utiliza, o la ciudad a la que está asignada su dirección IP.

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El núcleo llena la mayoría de cada número, pues acostumbra ocupar de 8 a 10 páginas de las 10 ó 12 que acostumbran a tener los números normales. Aunque en ocasiones el núcleo se encuentra adornado por dibujos que representan a poetas que colaboran en esa página o por ilustraciones cuya única misión es la de adornar, lo habitual es que se aproveche todo el espacio libre y las páginas aparezcan solo con textos. Desde el número 52-53, varios comienzan con un dibujo que ocupa toda la página (54-55, 56-57, 58/60, 63/67 y 83). Y, en los números 63/67 y 68/82, se incluye una lista de los ayudantes que forman parte en sus páginas. En la transformación de Gévora influyeron, aparte de los cambios formales nombrados, otras noticias buenas como la incorporación de ayudantes de la talla de Juan José Poblador, Leopoldo de Luis y Manuel Terrón Albarrán, que aumentaron el nivel ahora conseguido por los poetas de calidad que publicaban en ella desde su nacimiento. Y asimismo influyó la incorporación de contenidos escritos breves con ideas poéticas de Julio Herrera Reissig, René Menard, Paul Eluard y Rainer María Rilke, que se intercalan con los poemas y equilibran los números a la vez que los hacen mucho más extensos y variados. La portada de Gévora se imprimió sobre papel blanco, excepto las de los números 23 y 24 que se imprimieron sobre papel rosa; la del 40, sobre morado, y las de los números y 83, sobre papel rojo.

Ángel Crespo, cofundador de Poesía de España y directivo de Revista de cultura brasileña y Pájaro de paja. Con ellos los responsables de la gaceta pacense intercambiaban ejemplares y se invitaban mutuamente a formar parte en sus respectivas publicaciones. Antonio Salguero Carvajal es el creador de la proposición doctoral La poesía de Jesús Angosto Valhondo , donde ha expuesto un profundo y extenso análisis de la experiencia escencial, la Poética y la obra lírica del poeta emeritense. Varias razones hacen que, el número dedicado a Picasso, sea el mejor en calidad de los publicados por Gévora.

  • De ordinario las parroquias opusieron fuerte resistencia al traslado de los enterramientos a otros lugares, miedosos de perder una esencial parcela de su jurisdicción.
  • Pese a ser un hombre del siglo XIX, se inscribió en la tradición tradicional resaltando por su talento y el hondo sentido musical que le imprimía a sus versos.

La tertulia de la Real Sociedad Económica de Amigos del País brotó al final de los años 40, en el momento en que un grupo de amigos se ha propuesto reactivar esta institución, que había perdido la actividad de otrora. El presidente era Manuel Jiménez Cierva y el vicepresidente Enrique Segura Otaño, a los que se unió después el activo Juan Navlet. Comenzaron las ocupaciones preparando cada tertuliano una charla con el título general de “Lente viajante”, cuyos contenidos eran recogidos por Julio Cienfuegos, cronista de esta actividad. Entre las hablas fue pronunciada por Arsenio Muñoz de la Peña, que la tituló «Medites en torno a la mujer». Se celebró un recital poético luso-español en el Auditorio de la Delegación de Cultura y, meses más tarde, se efectuó otro en el salón de actos de la Económica.

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Indudablemente los nombres mucho más relevantes en la trayectoria escencial de Gévora primero fueron sus directivos por la pasión y el coraje mostrado a lo largo de su vida y, después, su crítico Enrique Segura Otaño, por su persistente y eficaz labor. Pero ellos por sí mismos no hubieran podido sostener y sostener una trayectoria tan productiva y extendida.

La fotografía clásico del puente sobre el río Gévora es sustituida en la parte izquierda por una reproducción en color de un cuadro de Picasso, que fue efectuado uno a uno por Luis Álvarez Lencero desde el ejemplar número 1 al 54 y por Julián Báez Sánchez desde el 55 al 108. En la sección derecha, hace aparición el título de la revista dispuesto de arriba abajo y, en la parte de abajo, la palabra «badajoz».

Sin embargo, la publicación en un comienzo surgió como un medio de transmisión de la poesía de Badajoz y no figuraba entre sus propósitos difundirse mucho más allá de los límites de Extremadura. Pero estas previsiones iniciales se vieron enseguida desbordadas a causa del entusiasmo mostrado por ciertos de sus creadores, que comentaron la existencia de la gaceta, mandaron ejemplares y también invitaron a colaborar a sus amigos escritores de España, Portugal e Hispanoamérica. De tal manera que la Redacción de la gaceta de Badajoz enseguida comenzó a recibir colaboraciones remitidas desde varios y distantes puntos de la península y también Iberoamérica. Indudablemente hablamos de un número particular, en el que culmina el interés nuevo de la Redacción de Gévora por embellecer los números con dibujos y por hacerlos más atractivos y completos.

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La capital pacense le debe el embellecimiento de sus parques y jardines con escasos recursos económicos, pero con mucho entusiasmo, dedicación y sensibilidad artística. Gévora, que le ofreció un multitudinario homenaje en su último número, recopila colaboraciones suyas como el producto elegíaco, «Antonio Reyes Huertas», o poemas en versos libres, «Nada», o de corte popular, «Vuelo». Jesús Angosto Valhondo nació en Mérida el 19 de febrero de 1909, donde su padre era notario. Como maestro nacional ejercitó en Trevejo, Gata (Cáceres), Zarza de Alange (donde también fue practicante), Mérida y Badajoz adonde se trasladó en 1965 buscando un ambiente literario más activo.

Pero este capítulo no fue continuado, quizás por el hecho de que la gran afluencia posterior de colaboraciones americanas lo transformó en insignificante y de este modo se evitaban agravios comparativos con otras versistas sudamericanas. El hecho mucho más asombroso de la difusión de Gévora fue la relación tan intensa que estableció con Hispanoamérica, más allá de que en aquella temporada la distancia constituía un enorme obstáculo y un problema añadido cubrir los costos de envío. No obstante, la conexión entre la gaceta de Badajoz y Sudamérica fue muy estrecha durante toda la vida de la publicación. En Hispanoamérica, Argentina, Méjico, Perú y Uruguay fueron los países que sostuvieron con Gévora una mayor conexión, si bien llegó a casi todos los países de charla hispana. Las revistas hispanoamericanas con las que Gévora mucho más canjeó fueron Lírica hispana , Cuadernos Julio Herrera Reissig , Papel de poesía , Euterpe , Armenia futura , Metáfora (Méjico), Virtud y letras y también Índice cultural .

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Seis años después, Francisco Lebrato Fuentes le dedicó otro homenaje, publicando el libro de dibujos y poemas titulado Otoño en los jardines de Badajoz (Mérida, Boysu, 1988). Las colaboraciones, que son varias, influyen en la obra pictórica del poeta malagueño para poner énfasis su trascendente valor en el arte universal o intentar que los que leen entiendan que el Arte Nuevo es el resultado natural de la evolución del Arte y que se debe tratar de comprender a pesar de su dificultad. La muerte del momento es el relato lírico, que efectúa el poeta de un día cualquiera de su historia en este pueblecito pacense, donde se encuentra aislado de un ambiente cultural activo y siente con más nitidez su soledad en una atmósfera cargada de pobreza, dolor y muerte. En este ambiente alarmante y sin horizontes, al poeta se le hace más patente su imperfección y la de sus semejantes, en un instante que empezó a perder la esperanza de hallar a Dios. El segundo monográfico, editado por Gévora en el número 27, fue destinado a divulgar el riguroso poema «Entre los 2 azules» de Rafael González Castell. El ambiente que envuelve a este poema se caracteriza por un marcado pesimismo, pues da un giro en torno al tema de la muerte y se ambienta con el carácter melancólico y abrumado que tuvo el poeta por la fuerte impresión que le causó el fallecimiento de su madre, a la que se encontraba muy unido.

La reunión estuvo encabezada por el presidente de Cesur, Ricardo Pumar, y el vicepresidente ejecutivo, Fernando Seco, quien dio dando cuenta de las ocupaciones del año pasado, tal como de las que se tienen sosprechado festejar este ejercicio. Los asociados siguen medrando en toda Andalucía y Extremadura, habiendo superado ya las 130 compañías asociadas y un volumen añadido de facturación semejante a cerca del 20 por ciento del PIB de Andalucía y del cienpor cien del extremeño. En los centros de salud extremeños están ingresadas 47 personas, 7 menos que la jornada de ayer, de las que 14 están en UCI, una mucho más. Don Benito registró un descenso en el número de delitos en el primer cuatrimestre de 2013, según datos de la Policía Nacional y la Guarda Civil. Don benito registró un descenso en el número de delitos en el primer cuatrimestre de 2013, según datos de la Policía Nacional y la Guarda Civil. Por su lado, el presidente de la asociación, Jesús Hidalgo, ha destacado la importancia de que se pueda tener un espacio físico en el que mantener las reuniones de la asociación, que son cada quince días. Además, resalta que es una actividad con bastante apogeo, de hecho la asociación tiene muchos asociados y personas que no lo son, pero que participan en las rutas que se establecen en todo el año.

También la falta de adornos era otro tema criticado, pues las páginas se llenaban monótonamente de textos escritos. No obstante, este punto no debió ser enjuiciado de forma negativa porque resultaba muy difícil dibujar en los clisés de cera. Además, como no fue viable aumentar el número de páginas, resultó inviable editar los contenidos escritos más holgadamente. Gévora se editó en folios blancos de 31 x 21 content management system., que transcurrido un tiempo pasaron a un cobrizo claro. Algunas páginas llevan dibujos relativos a los escritores comentados o al tema de alguna colaboración y los números que festejan la Navidad, la Semana Santa u otras datas señaladas del año suelen ir adornados con ilustraciones referidas a ellas. No obstante, lo habitual es que las páginas no lleven dibujos, porque se necesitaba todo el espacio libre para publicar el mayor número de colaboraciones o por la dificultad de dibujar en el cliché.

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Asimismo ciertos ayudantes publican en Gévora poemas en los que denuncian, buscan responsabilidades o tratan de localizar soluciones a problemas existenciales o sociales. Los versistas preocupados por la presencia, que adoptaron una posición desarraigada, aparecen en sus páginas desde el primer momento e, indirectamente, socavaron los pilares inamovibles de la fe cristiana, ya que se quejan de la soledad y la imperfección del ser humano que se ve obligado a vivir en un mundo incomprensible donde Dios no se manifiesta. Y, al final de la década de los años 50, convergen en ella escritores con preocupaciones sociales, que denuncian la situación de pobreza y de atraso en que vive la multitud habitual de la calle aguantando injustas desigualdades. Ésta fue la declaración que mucho más relevancia tuvo para Gévora pues, además de repetirla en otros números, defiende esta concepción de la Poesía en múltiples ocasiones. Cuando publica la «Carta a Ramón -Crítica a unas décimas-» de Ocurrente Cortés, lo realiza «por las eficaces definiciones y enseñanzas que de ellas se desprenden», es decir, la defensa a ultranza del sentimiento y de una poesía transparente y sin exceso de medios retóricos, que empañaran su nitidez significativa. La Redacción editó esta carta para defender ese género de poesía supuestamente fácil, facilona y falta de calidad que publicaba en sus páginas como respuesta a sus detractores, ya que la misiva hace aparición tras una nota donde contesta destempladamente a los que criticaban la mala calidad de algunas colaboraciones. Además, asistía a una tertulia que se celebraba en el Café de la Estrella de la calle San Juan, en donde se reunía con otros jóvenes entre aquéllos que se encontraban incipientes artistas, escritores y poetas de la región como Adelardo Covarsí, Fernando García Jimeno, Vicente Neria y Antonio Reyes Huertas.

Editó libros como Metodología de la Literatura, La poesía de Delmira Agustini, Poesía y Poética de Jean Aristeguieta, Con sombra de un vuelo y Música de hojas fallecidas. Viajó a España, donde conoció a la poeta extremeña Eladia Morillo-Velarde con la que contrajo matrimonio. Formó una parte del conjunto hispalense Ángaro; fue enorme amigo de Monterrey, Lencero y Valhondo y participó en varios números de Gévora normalmente con sonetos como los titulados «Veinte sonetos inéditos». Antonio Juez Nieto fue pintor, escritor, Jardinero Mayor de Badajoz y instructor de la Escuela de Arte y Oficios Artísticos.

Para realizar su trabajo más llevadero, la Redacción pedía a los ayudantes que le enviaran los auténticos «escritos a máquina y a un espacio, con objeto de ganar tiempo en el trabajo del \’formato\’ de GÉVORA». El primer número de Gévora fue editado el 10 de septiembre de 1952 y el número 83, que fue el último, en octubre de 1961, casi una década después. Extendida trayectoria para una modesta revista de poesía que, no obstante, mostró una excepcional vitalidad aventajando a la mayoría de las publicaciones de este tipo que, muchas veces, llegan con contrariedad a doce números. Carta de Luis Álvarez Lencero a Javier Miguel Padró, [s.l.], [s.a.], fichero especial del autor.

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Aunque tal homenaje no tuvo un carácter estrictamente literario, pues se recalcaron también sus talentos de pensador, orador, escritor, político y paladín de Extremadura fuera de ella. Incluso, se aprovechó su sentimiento antirruso y sus virtudes cristianas hasta el punto de ser llamado por Enrique Segura adalid de la verdad tradicional «pues puso en la defensa toda la claridad tajante que en estos cien años últimos solamente mantuvieron en Europa los olvidados y heroicos \’requetés\'».

La temática de la gaceta globalmente no se identifica por su trascendente grandiosidad, pero deja traslucir a un extenso y diverso conjunto de escritores, que escriben en un ámbito distendido, sensible y con pasión. Gévora mediante sus temas exhibe a prácticamente tres cientos de poetas en su mayor parte personas fáciles y anónimas de la calle, cuya poesía es, opuestamente a la de élite, la auténtica voz del hombre cotidiano. Por eso es común en sus páginas un estilo próximo y natural que, en aquel instante, fue valorado por ciertos detractores como de mediana calidad pero que, en realidad, forma entre las muestras más sinceras, directas y naturales de poesía que comunica e procura comulgar con sus semejantes por medio de los universales del sentimiento. Máximo gerente del conjunto poético colombiano “Piedra y cielo” , nombre cogido de un título primordial de Juan Ramón Jiménez que muestra una clara preferencia de esta agrupación lírica por la poesía pura. Además de los números normales estaban los monográficos, que fueron dedicados a divulgar libros de poemas o a homenajear a versistas y artistas vivos, muertos o noveles. En los primeros, la Redacción se limitaba a divulgar el libro de poemas en el mismo orden que se lo entregaba el creador y, en los homenajes, las colaboraciones se pasaban atendiendo únicamente al orden de recepción.

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Este trascacho se dedicó a los humoristas extremeños Marta, Luis Gervas, García Orio Zabala, Alberto, José Alba y José Calle, que fueron a la reunión. Fueron espectadores, entre otros muchos, Federico Alba, Damián Téllez, Serrano Bulnes, Isauro Luengo y García Sancho.

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